luis perronegro

luis perronegro

viernes, 28 de febrero de 2014

Quiero adornar tus pechos con mi lengua

Quiero tenerte
y que me tengas
durante el espacio infinito
que nos permita saborearnos enteros
para que nuestros dedos no se pierdan
en la curvas por las que transitan nuestros cuerpos.

Quiero adornar tus pechos
con mi lengua
abrazarnos en sudor hasta que el agua se detenga
danzar uno dentro del otro
permanecer fundidos repletos de fuego y carne.

Quiero  que tu voz de niña
me susurre nanas
para que sólo duerma tus sueños.
Yo te recitare todos mis versos
uno por cada peca de tu cara.

Quiero ser tuyo
y que hagas conmigo lo que quieras.
Pídemelo
y me sacare los ojos para que los guardes en tu bolsillo.


jueves, 27 de febrero de 2014

La ciénaga

Justo en la línea que delimita el sueño, la que marca el tono verde entre el pinar perenne y el robledal caduco , hay te encuentras tú.

No sé si serás futuro o presente, dolor o placer.

Creo que te amo si amar significa que estés todo el día a mi lado. En el primer pensamiento , ese que se te pega a la sábana. En el segundo el que te recoge en el lugar donde naufragas. Y en el último el que me devuelve a la cama.

No conozco lo que en tu garganta suena, lo que en tu alma late. Debería preguntártelo. Cuando seamos mayores. O cuando recorramos en circulo las calles en busca de catedrales siempre ausentes.

No quiero ahuyentarte. No quiero que tu mirada se transforme y me mires como un cristal con el que te puedas cortar.

Tengo miedo de las respuestas.  Me llevan al mismo sitio. A ese girar perpetuo en busca de mi destino.

Vivo pendiente de nuestras ausencias, para que no se prolonguen en el tiempo.

Volvería a empezar de nuevo si tú estuvieras a mi lado.

Volvería a recorrer todos los lugares que me dijeras. Incluso aquellos en los que me cayera a una ciénaga.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Amor idiota

Dicen que el amor es ciego. En mi caso la visión no parece sentirse afectada, cada día está más bella. Sin embargo mi claridad mental disminuye a pasos agigantados. Cada segundo que transcurre me siento más idiota.

Siempre tuve la costumbre de no parecer imbécil , lo que me permitió distinguir el cielo del infierno. No fui inmune a la estupidez y reconozco que todavía me estoy quitando, pero mi idiotez empieza a alarmarme. Cuando estoy cerca de ella se dispara hasta impedirme sujetarla.

Intento alargar los espacios que me unen a ella, tiro de hilos invisibles para mantener su presencia. Busco la traducción de cada uno de sus sonrisas , de los roces de su piel, de sus distancias, de sus silencios y sus pausas.

A veces una parte de mi yo, me mira desde lejos y me grita que soy patético. Entonces me entran unas ganas enormes de marchar. La dejo un adiós entre los labios y me voy corriendo, como si el techo del mundo se fuera a caer y justo estuviera debajo.

Prometo, casi a diario, no volver a hacerlo, pero es lo que tiene el amor, que le sobra reincidencia y le falta juicio.
Mi amor es idiota, lo reconozco , pero es el que tengo. 

Espejismo

Me decía que yo conocía todos sus rostros
que podía averiguar en las arrugas de su semblante
el parpadeo de sus emociones.

Pero yo no sabía
si mis palabras martirizaban su vientre
si nuestras salivas se encontrarían
o si en alguno de sus pensamientos
trazaba una línea con mi nombre.

Sólo encontraba en sus ojos
la curiosidad
que le ofrecía un amor antiguo
de los que amanecían clavados en la pared.

No quiero ser el espejismo al que nunca se llega a tocar.

Amores perros V

Me miraste como si no me vieras
y ahí descubrí el misterio
que se me mostraba oculto.

Para ti, siempre sería transparente.

lunes, 24 de febrero de 2014

Sopa de plástico

A veces el mar no trae olas a la arena. A veces sólo llega el plástico que arrancamos a la tierra cuando le succionamos su sangre negra, aquella que nunca quiso conocer la luz y que es la materia que mutila nuestra civilización.

Las líneas de marea dibujan en blanco los vertederos de la playa. Son como tizas que señalan impertérritas los efectos del consumo infinito.


El azul de las aguas se vuelve tan turbio que ya no parecen trozos de cielo, sino el barro con el que aplastamos nuestra primera costilla.

Hay tortugas que se ahogan
y peces que no saben a sal.
Cetáceos que se pierden en las profundidades del océano
como si hubieran olvidado las autopistas del agua.
Gaviotas que ya no conocen su puerto
y viven ajenas al mar que les vio nacer..

Los fragmentos de plástico son inmortales. No temen al tiempo y pintan los paisajes con el color de las nubes que no pueden llover.

Sólo hay un planeta y está en nuestras manos, las mismas que sirven para acariciarnos y que tantas veces labran las cruces donde vendremos a caer.

Sopa de Plástico



El espejo de todas las mañanas

Ella odiaba reflejarse en los cristales
que vivían en sus mismos lugares.

Decía que los primeros planos
le robaban el rostro
que apagaban toda la luz que desprendía.
Que no podía verse con los anteojos puestos
porque su mirada se perdería en la niebla.

Yo sin embargo
sólo deseaba mirarla de cerca.
Dibujar su rostro con mis dedos
flanquear su flequillo
recoger sus ojos miel
y besarla hasta agotar los labios.

Quería verla
hasta desgastarla
como si fuera su espejo de todas las mañanas.


domingo, 23 de febrero de 2014

Deseo ser el agua que recorre tu cuerpo.

Me pregunto si algún día conoceré como sabes por dentro
como es el color de tus pechos
si son dulces como el durazno
si son agrios como la lima,
cuando se alegran
y cuando se duermen en las almohadas del viento.

Me pregunto si podré atrapar tus muslos
y dejarme caer entre ellos,
aplicar la huella de mi saliva
en todos tus rincones
en todas tus grietas
como si fuera un colibrí
que saborea pausado el aroma de sus flores.

Me pregunto si podré
tallar tu rostro a besos
rodear con mis labios tus pecas
degustar los anillos de hierro
y cruzar nuestras lenguas a fuego lento

Quiero ser la ropa que tienta tu piel.

Deseo ser el agua que recorre tu cuerpo.

sábado, 22 de febrero de 2014

Al final siempre están los monstruos










Mi vida se pierde en recuerdos, algunos de ellos embriagados otros trazados a golpes contra la pared.

Ame en todas las direcciones, algunas veces también fui amado y cuando no me sirvió para ensanchar el alma.

Odio sólo cuando me levanto temprano. En el resto de los casos me olvido con premura, el odio ocupa demasiado espacio en mi cerebro, y no poseo huecos de los que me pueda desprender.

Toda mi vida , mi amor, y mis odios pertenecen al mismo sueño. El del hombre que nunca quiso envejecer. El del niño escribiendo corazones con el boli bic en los muros apagados del barrio donde transite.

Y como en todos mis sueños al final siempre hay un monstruo. Ese latir del reloj, siempre constante, abocándonos a la ausencia.


Regreso a la casa donde nací, abro los portales y allí siguen mis fantasmas, en el descansillo , esperándome en el lugar donde los deje.

viernes, 21 de febrero de 2014

Amores Perros III

Me mirabas con los ojos huecos
como si fuera un fotograma más
de los que se te cruzan por tu vida.
Yo te contemplaba con los ojos repletos,
con avidez
para rellenarme con tus recuerdos.

Podía acordarme de todos tus matices
como que ayer llegaste con una blusa negra
que recogía un vestido azul
sobre el que sobresalían unos leotardos grises.
Parecías un ángel
que purgaba las esquinas de mi alma.

Yo sufría como un Cristo recién crucificado
con las rodillas clavadas por tus cabellos,
esperando que el dolor se fuera
al igual que el sol
que cada día se oculta detrás de las montañas.

Pero todo parecía transcurrir igual.
Tú danzabas y yo aspiraba a ser tu música.


Observo las olas

Observo las olas
que devuelven a la tierra a los peces desnudos de escamas.

La muerte les muestra afables.

Las gaviotas no recuerdan el camino de vuelta
y se descuelgan del cielo antes de llegar a puerto.

El techo del mundo
se ha abierto
y  por ahí se escapa el último haz de luz.

La tierra se esfuma
ya no quedan fronteras que expoliar
ni lugares remotos por explorar.


Ahora sólo nos queda
aprender a morir viviendo.

lunes, 17 de febrero de 2014

Te sugieres olvidarla

Te sugieres olvidarla
que no tiene sentido transitar por corrientes que no desembocan
que sus labios son de otro y no te los va a prestar
que la realidad no se va a disipar por mucho que la dibujes en un cuaderno

Entonces el dolor se hace tan grande que lo puedes masticar.
Las heridas chillan desconsuelo. El amor también sangra.

Piensas que todo pasa.
Hasta el cielo cambia de formas.

Y te haces a la idea
que no jugara tu lengua con el anillo que alborota su nariz
ni saborearas las esquinas de su cuerpo
ni serás el minuto que nunca acaba.

Luego decides
introducir  este amor junto a su angustia
en una caja recién hecha,
rodearla con un lazo y depositarla en el mar
esperando que el agua no la devuelva
en una botella de cristal.

Me sugiero olvidarla
pero se ha quedado clavada en mi garganta
como la espina de una ballena varada
a la que es imposible apartar.

Ni un paso atrás

Ni un paso atrás
dijo el poeta
que las palabras sean la única barrera
que separan
su rostro del mío.

Ni un paso atrás
espeto el obrero
que la riqueza sea de todos
y  la miseria sea libre de clases
sólo para los que no saben soñar
o para los que nunca volaron desde el sofá.

Ni un paso atrás
me dijo ella
no vuelvas a recoger mis besos del suelo.


domingo, 16 de febrero de 2014

Recuerdos frente a la ventana

Heroish Perrorojo














Recuerdo que cuando niño me asomaba a los cristales. Dibujaba pájaros de saliva en los escaparates y  me reconocía en los espejos de miniatura.

Quería vivir los sueños de otros, soñar la vida de los demás. Quería vivir el sueño del beduino que atravesaba el desierto sin una gota de sed, mientras exclamaba que su sed era cosa suya y que no pensaba malgastarla en palabras repletas de agua.

Quería sentir el aroma del primer beso con la luz apagada. Percibir como los cuerpos se unen y luego descansan sumergidos en sudor.

Luego el cristal se volvió opaco y desee volver a ser otra vez el niño que miraba a través de la ventana hacia alta mar, mientras perseguía una ballena blanca.


Quisiera ser el sueño que nunca viviste.

Si me lo pidieras
lo dejaría todo
y sería la sombra del roble que delimita el bosque.
Siempre ocre, con el alma en otoño.

Si me lo pidieras
renunciaría a todo
a las certezas que configuran mi esqueleto.
a las costumbres que se hicieron alas.
Adoptaría tus dudas
dejaría hasta de respirar este oxigeno para respirar el tuyo.

Si me lo pidieras
lo abandonaría todo
y mi corazón se alojaría junto a tu pecho.
Viviría sólo para las promesas que surgieran de tus labios.
Sería el oráculo de tus deseos.
  
A cambio sólo querría,
dibujar las pecas de tu rostro en mi cuaderno de lágrimas
y planchar tu flequillo hasta mantenerlo a raya.

Quisiera ser el sueño que nunca viviste.

viernes, 14 de febrero de 2014

No volveré a ser joven

Cuando uno es joven
persigue las razones para su existencia
entre el alborozo de las tabernas,
los encuentros vacíos
y las camas revueltas.

Cuando pasa de los cuarenta
busca sus prioridades
antes de que el tiempo se caiga del calendario
y el recuerdo sea el amago de su existencia.

Y ambas no aparecen.
Se nos ocultan
como el agua en el océano.

Siete segundos

He estado a siete segundos de su boca
a un instante de dejar caer mis labios
a la distancia justa para mezclar nuestros alientos.
Pero en ese momento giro la noche
y el valor se disolvió en alguna calle sin nombre.

No sé si el destino volverá a dejarnos tan cerca.
Prometo no volver a guardarme los besos en el bolsillo.
Prefiero el silencio del rechazo a la impenitente duda.

martes, 11 de febrero de 2014

Nada

Nada.
Vivo en la abundancia de la nada.
Desnuda de sueños.
Poblada de ausencias.

Nada.
Naftalina entre las sábanas
corbatas de seda
y coches de alta gama

Vivo en la abundancia de la nada
y he vendido lo único que me servía
el cuchillo y el tenedor.

Te parecías a la palabra nunca.

Te parecías a la palabra nunca.

Nunca amanecían nuestros labios
mojados el uno del otro.
Nunca nuestros cuerpos acumulaban
sudor hasta vaciarse por completo.
Nunca podía disolver tus pechos
en el azúcar de mis labios.
Nunca me dejabas perfilar la línea de tu cabello
y arrebatarle el color a tu mirada.
Nunca pude recoger el frío
de tu piercing entre mis dientes.

Me recordabas a la palabra siempre.

Siempre permanecías agarrada a mis pensamientos
con la misma dignidad que un náufrago a su tabla.
Siempre te llevaba en el bolsillo
junto al cuaderno donde nacían tus versos.

Siempre pertenecerías al lugar donde habitan mis sueños.

lunes, 10 de febrero de 2014

Tu último deseo

Quisiera ser como el aire
para acariciarte sin que me vieras.
Y penetrar
en todos los poros de tu piel
como si tú fueras cristal
y yo sólo viento.

Quisiera ser el anillo
que atraviesa tu nariz
para aspirar el mismo oxigeno.

Quisiera ser tu mirada fugaz.
Tu primer pensamiento al amanecer.
Tu último deseo.


domingo, 9 de febrero de 2014

La parca

Heroish Perrorojo














Esa oscura profundidad que recorre todas las esquinas del esqueleto.
Ese dolor que se mastica y que separa la piel de los huesos.
Ese silencio que te martillea y agota los últimos resquicios del pensamiento.

¿Dónde surgen las palabras?.
¿Dónde nacen nuestros rostros?
¿Dónde la saliva crece y mana por las comisuras de nuestro labios?.

Después de tanto transito,
de tantos semáforos cerrados en rojo,
después de las renuncias que acompañan a cada día.
Después nos vamos
y vendrán otros que se acabaran yendo.

sábado, 8 de febrero de 2014

Treinta tonos de blanco














Dicen que los esquimales pueden distinguir treinta tonos de blanco,
allá donde nuestra mirada apenas logra ver un par de matices.
Sus pupilas son parte del hielo.
Sus ojos son copos de nieve perdidos en la noche.

Recorren espacios inmensos, con la piel salvaje, con la boca repleta de viento.
Y cuando llega su noche, siempre eterna, suelen pararse a contemplar la aurora boreal, mientras el techo verde del cielo cae sobre sus cabezas.
Es en ese momento donde reparten su amor entre todos los presentes.

Y fue así como aprendieron a distinguir los blancos de su horizonte. Para sentirse transparentes.


Yo a su lado y ella más lejos.

Nos veíamos con la frecuencia suficiente para no olvidarnos.

Ella tenía algo en sus ojos que me aprisionaba
algo en su voz que me iluminaba
como si el sol se hubiera instalado en su alma.

Ella me hablaba del frió entre los dientes
de la dificultad de recoger un paisaje blanco
en las entrañas de un fotograma.

Yo la miraba por dentro intentando encontrar la clave
que me diera acceso al calor de su piel.
Soñaba con sentir su corazón palpitando en la palma de mi mano.

Luego nos íbamos cada uno al lugar de donde veníamos.
Yo a su lado y ella más lejos.


viernes, 7 de febrero de 2014

La calle vacía

Heroish Perrorojo










La esponja sometida al ritmo del barrendero limpia el asfalto, hasta sólo dejar las manchas blancas que aseguran el paso a los peatones.

Los peatones se dejan en casa  los sombreros porque el agua ya no castiga sus angustiados cabellos.

Los cabellos se hacen trizas, se descomponen en partículas, que como diminutas lágrimas pueblan la calle vacía.

La calle vacía, el desconsuelo, el silencio. Angustia bajo llave en el armario.

LLegaste alta

Ayer llegaste alta
y estabas tan cerca
y te mostrabas tan bella
que a punto estuve
de atravesar tus labios
con mi lengua.

Luego pensé
que probablemente
sólo querías estar al lado de las estrellas.
o dejar quietas en las nubes tus huellas.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Viejas notas de Depeche Mode

No necesito mucho más que estar a tu lado,
sentirte respirar
escuchar tu silencio mientras yo hablo 
y cuento las palabras de siempre.
Frases que se acaban perdiendo como oxigeno sin dueño.

No necesito que me ames,
me basta simplemente con saber
que me recoges en alguno de tus pensamientos.
y que formo parte de un pequeño momento de tu día.
  
No necesito tenerte,
tengo todo el tiempo del mundo
para recorrer los límites de tu cuerpo
y desear que al fin
me acabes necesitando
como a las viejas notas de Depeche Mode.

Vivo para cazar
tus sonrisas al vuelo
como mariposas que se hubieran quedado sin cielo.


domingo, 2 de febrero de 2014

Oscuridad

Heroish Perrorojo




















Oscuridad. La acera rota.


El perfume de los vómitos desprende su fragancia del suelo.

Las paredes se achican. Los coches apenas pueden respirar.

Las sombras acaban convirtiéndose en seres humanos.

El semen vuelve a casa en los bolsillos. Regresa al lugar donde partió, con el ánimo plagado de fuego.


Oscuridad. La acera rota.

sábado, 1 de febrero de 2014

La vi en un bar

La vi en un bar .
Una noche de estas.
Ella soñaba como siempre. Sueños imposibles.
Me dijo que quería dedicarse a la exportación de bragas usadas.
Me sonó raro.
No supe distinguir si era efecto del humo que había ingerido
o  que mi capacidad de sorpresa andaba ya mutilada.

Siguió hablando de su ropa interior
con fruición
con los ojos disecados.

Hablaba y yo escuchaba
hasta que apareció alguien a su lado.
Es mi pareja me comento.
Siempre que llego a casa tiene los platos lavados
y eso puede ser suficiente me dijo.

Me retire con el ánimo encogido.
Esa costumbre  ya la había abandonado.
Ahora los dejaba flotar en el fregadero
esperando que alguien
o algo les buscara una  salida.