No mires a los ojos de la gente IV

Heroish Perrorojo

Miran al destino

como el cuchillo antes de penetrar la mantequilla,

con avaricia y desacato.

Tienen tanto por vivir, tanto por sufrir

que recorren las calles casi sin tocar el suelo.

Prestarme una nariz que tengo frío.

El blanco sobre el negro

y la nieve ardiendo sobre mis entrañas.

Euros que se marchitan junto a la cola del lavabo

y frases que nunca se cierran.

Velocidad sin  destino.

Arrojo sin batalla.

Es la única virtud del blanco sobre el negro:

La ignorancia de su vertiginosidad.

Noches en blanco

esperando a que la pared  del techo se duerma.

Llegar temprano a los sitios

para luego tener que volver y cerrar todas las cicatrices.

Gusanos blancos que te agrietan las paredes de la nariz.

Y al día siguiente

todo gira vuelta atrás.

En el último sorbo de sus ojos

A veces me dejo toda la energía

en el último sorbo de sus ojos,

se abren mis poros

y exhortan amor en todas sus versiones.

Después al quedarme vacío

con todas las emociones fuera de los cajones,

al observarme tan distante de mi mismo

en otro espejo en el que no me reconozco,

siento la necesidad de escribir

un último verso

que destile olvido

como único pretexto.

Luego, me despierto

con el amor de nuevo tatuado en los pies

y repito con parsimonia los mismos pasos,

regreso a la misma escena

con los mismos dolores.

No sabes cómo necesito tu voz

No sabes cómo necesito tu voz

las silabas que se depositan en tus labios

que con dulzura se balancean

y me acercan al paraíso de tus besos de aire.

No sabes cómo necesito

la presencia cercana de tus cabellos

y derramar mis dedos en ellos,

sentirme tan cerca de ti

como para amortiguar mi ánimo.

No sabes cómo te necesito

no muy lejos

al alcance de mis palabras,

para vaciarme

dejarme la sangre justa

y derribar las rejas que guardan

nuestro deseo bajo tierra.

No sabes cómo necesito

tu presencia serena

para seguir amándote

hasta que el viento se calme

o hasta que el cielo se rompa

y volvamos a nacer juntos.

Mientras el mar nos quitaba el desvelo.

Allá

mientras el mar nos quitaba el desvelo,

yo soñaba tu sueño

acariciaba tu pelo

y te dejaba mi corazón en el suelo.

Mi alma doblada sobre tu cuerpo

dejaba esquirlas de deseo.

Tú no supiste explicarme

que era lo que te transitaba por dentro,

si era viento de océano o suave brisa.

Allá

mientras el mar nos quitaba el desvelo,

decidimos no dejar de querernos

cada uno con su ritmo y sus duelos. 

Tienes la melancolía en tus ojos

Tienes la melancolía en tus ojos

no porque seas triste

ni te agote el peso de los anteojos

sino porque albergas todos los secretos.

Tienes la llave del amor eterno

de la pasión sin rutina

de la dulzura que no empacha

del camino siempre virgen

de las emociones nunca antes transitadas.

Tienes la melancolía en tus ojos

no porque estés afligida

sino porque eras la depositaria de todos mis anhelos.

Posees el sueño de mi piel junto a tu piel

de nuestros labios prestándose la saliva

de nuestras miradas siempre cerca

hasta que las pupilas se toquen.

Tienes el cielo entre tus manos

y necesito un trozo de él para seguir latiendo.

Mirando por la ventana

Teníamos una relación tan rara

que sólo nos queríamos,

sin esperar nada a cambio

que no fuera mirarnos.

Caminábamos por todas las ciudades

abrazados

mirando por la ventana

y esperando que el mundo se parara

al oír nuestros pasos.

Vivo y bebo

Vivo y bebo

y a veces respiro

para seguir bebiendo.

Todo son sombras,

pájaros que aletean en tejados sin tejas

mujeres bellas que pasan

con el carro de la compra

y escaparates siempre vacíos

como viandantes sin acera.

Vivo y bebo

a veces río

aunque casi siempre me lastimo.

Entonces alguien pasa,

se para,

recoge mi duelo

y puedo seguir bebiendo.

Algún día tendré que llamarla amiga

Algún día tendré que llamarla amiga

y en ese momento se me vaciara el corazón.

Pero podré empezar a vivir un nuevo tiempo

donde no tenga que interpretar los silencios rotos,

las miradas invisibles, las insomnes caricias.

Donde el sufrimiento no sea la pauta de mi destino

y  pueda disfrutar de su presencia,

con un amor sin dolor, ni interrogaciones,

sin expectativas vacías,

un amor como dos lágrimas del mismo ojo

que se acarician al resbalar por el rostro.

Hoy soy algo más viejo.

La edad que uno tiene

es siempre la de la mujer que ama,

es por ella por quien pasan los años

es por ella por donde la vida empieza a desfallecer.

Hoy mi vida es así, me alimento de sus sonrisas.

Hoy soy algo más viejo.

Tengo una colección de contigos

Tengo tu rostro clavado frente al espejo

me muevo un paso y él se viene detrás

ando tres zancadas y él me sigue otras tres.

Tengo una presencia de ti en cada aliento

en cada uno de los aconteceres

con los que se disfraza el día.

Me peino contigo

me visto contigo

almuerzo contigo

duermo contigo,

tengo una colección de contigos

que ordeno por tamaño y por colores.

Tengo una llama que no se apaga

ni doblega la ausencia,

pervive impasible

esperando que el paso del tiempo

le devuelva tus ojos.

Tengo un dolor que ya arraiga

y se agarra a la tierra como mala hierba.

Sé que por mucho que te mire

y que te espere con los besos abiertos

tus labios pertenecerán a otro,

y a mí sólo me quedara el cariño

que es el amor de los pobres.

No te quedes conmigo

Si lo que quieres es conocer el color de los sueños

abatir los misterios que se posan en el aire

como mariposas recién nacidas.

No te quedes conmigo.

Si lo que quieres es escuchar el sonido del silencio

encontrar la belleza de las estatuas quietas

que se peinan con lágrimas de agua.

No te quedes conmigo.

Si lo que quieres es conocer el amor eterno

no el de las películas, sino el que se tatúa en la piel

y dura el tiempo que dura la palabra siempre.

No te quedes conmigo.

Yo ya decidí no olvidarte

y quedarme contigo

aunque sólo sea para que vivas en mi cuaderno.

En modo triste

Dices que nunca me viste

en modo triste

y eso es así

la tristeza la guardo en los cajones

junto a los graves diagnósticos.

Mi alegría es una estantería

repleta de tus sueños, de tus sonrisas

y en ella no hay telas de arañas

ni polvos que se enquisten.

Allí sólo estás tú

y  tu rostro plagado de estrellas.

No mires a los ojos de la gente III

Heroish Perrorojo

Nadie comprendía cómo podía cantar esa canción

cómo era posible que de mi boca salieran aquellas notas.

Había vivido al lado de la muerte durante el tiempo suficiente

para saber que  la vida es agua en un río,

por eso quería seguir cantando, para seguir flotando. 

Aprenderé todas las variantes del olvido

A veces no soy yo, no me canso de amarte en los escaparates de tu reino.

Me dices que te vuelvo la cabeza loca, porque me quito partes de mi corazón y los dejo encima de tu mesa. Y tienes razón, no soy capaz de gestionar lo que por ti siento, me arranco y no freno.

Las palabras se me escurren de la garganta y vuelan como cometas al viento.

Escupo sus silabas sin amortiguar su caida. Como si el mundo se estuviera hundiendo y no nos quedara tiempo.

A veces no soy yo, no me reconozco pintando mis entrañas en una pared que puedes ver.

Me gustaría cerrar mi pensamiento y que no entraras. Que la puerta sólo se abriera de vez en cuando, como un buen recuerdo. Pero hace tiempo que desistí, no puedo.

No soy capaz de traducir tus silencios, sé que te resulta difícil entenderme, que no comprendes mi palpito, ni porque te rodeo de palabras enormes, que se salen de los cuadernos.

Podría resumirlo así, cuando llegaste te mire a los ojos y supe que eras inflamable y ahora, más tarde, te  necesito para siempre. No hay otra cosa que me haga latir.  Eres mi horizonte, mi fuego y mi hielo.

Seremos lo que tú quieras, lo que desees. Tú tienes la llave que abre los sueños.

Mientras tanto aprenderé todas las variantes del olvido

Yo quiero que el aire se quede sin cielo

Yo quiero que el aire se quede sin cielo

que tu saliva se quede sin labios

para que me necesites

y te tenga para siempre

y sea el agua que mana por tu lengua.

Yo quiero que el camino sea muy estrecho

y tengamos que cogernos de la mano

para que me necesites

y nuestros cuerpos se entrelacen

apoderándose del sudor de la noche.

Yo quiero ser el escultor que perfile tu rostro

para dibujarlo repleto de pecas

para que me necesites

y las yemas de mis dedos

sean tu único peine.

Yo quiero ser aquel al que no olvides

él que tenga su corazón escrito en tu pared.

El olvido que no llega

A veces

adelgazo mis palabras

para que entren dentro de tu piel

y se hagan fuertes

como tatuajes de flechas y corazones.

A veces

te digo te quieros

que son como lágrimas

que abandonan las cuencas de mis ojos.

Tú no quieres ni escucharlos

porque cada uno de nosotros tiene sus certezas

la mía se desvaneció cuando llegó tu amor

y la tuya no lo sé, nunca me dices nada.

A veces

pienso que debo olvidarte

que al final el dolor lo impregnara todo

pero no puedo

al igual que el árbol no puede desprenderse de su sombra

yo no puedo conseguir que abandones mi pensamiento.

No mires a los ojos de la gente II

Heroish Perrorojo

Vine desde muy lejos

a un lugar que llamaban sueño

llevaba un sombrero calado

la manta con la que acompañar al suelo

y toda mi vida

que entraba en el bolsillo del pantalón.

Conoces hasta el color de mis entrañas

Como un preso sin rejas cuento los días para verte en nuestros lugares comunes.

Necesito tu presencia . Guardo entre mis  posesiones la última mirada que me dejaste al irte,  el aroma de tus cabellos que se someten a la impertinencia de mis dedos.

Te empecé a echar de menos desde que nos despedimos sin pañuelos, desde que me monte en el coche que me llevaba al andén.

Te dije que no me olvidaras y tú te lo pensaste. Es así como nos queremos, yo con el alma y tú con el silencio  en la palma de la mano.

No tengo nada que decir que no hayas oído. Conoces hasta el color de mis entrañas.

Todas las páginas que escribiré esconden tus latidos. Todos mis caminos llevan a tu casa, no hay vereda que no acabe junto a tu presencia.

Diez días sin verte es el tiempo suficiente para ayunar en el desierto.

No mires a los ojos de la gente I

Heroish Perrorojo

Vengo del camino tortuoso

que me marcaron las arrugas del hambre

por eso en mi ojos sólo veras escamas de sal

de un mar siempre blanco

donde ni siquiera el sol quiere vivir.

Cuando llega la hora de la verdad

Cuando llega la hora de la verdad

una vez que el turbio sonido de las tabernas

se apaga,

cuando estoy sólo

acurrucado por mis pensamientos

te amo.

No hay mentira que me pueda contar

ni olvido que pueda diseñar

te amo.

Voy haciendo con tus sonrisas

un collar infinito

de miradas precisas.

Atrapo todos los recuerdos

que se transmutan presentes

en el segundero del día

y te amo.

  

Cuando cada día

mientras amordazas el teclado

y tus cabellos están entre mis dedos

en un ritual que siento como eterno,

comprendo que no tengo nada que ocultar

nada que decir que ya no sepas

y simplemente

te amo.

Ha comenzado la cuenta atrás

Ha comenzado la cuenta atrás

tiene que suceder

no puedo aguantar que mi amor

se disuelva en dolor

y no me digas nada.

Me arrancare el corazón

y lo dejare en tus manos.

Regresare al hotel

flotando en las gotas de sangre

que marcaran nuestra despedida.

Ya ha comenzado la cuenta atrás

no es que haya dejado de amarte

viniste para quedarte,

pero no quiero que mi sufrimiento arraigue

en raíces de aire

que doble el viento.

Cuando lleguemos al sur

todo acabará

empezare a quererte

como se quieren

los que saben que sus alientos nunca se tocaran.  

Luego me miraras 
y todo se borrara
volveré a latir detrás de tus ojos.

Cuando el camino nace mi alma se despierta

Cuando el camino nace mi alma se despierta, recoge sus 21 gramos y acelera el pulso en busca del contacto de su cuerpo.

Poso mi brazo sobre su hombro, con la suavidad del amor intacto y la siento durante un instante parte de mí . Sangre junto a sangre.

Camino por las calles esperando que no desemboquen. Que las avenidas nunca se agoten.

Paseo por parques, donde duermen árboles inmensos, tan grandes para dar sombra a una ciudad entera, o ser el hogar de algún buda descarriado.

No quiero dejar de andar junto a su lado. Rezo para que el reloj se pare en los semáforos.

Quiero perderme y no llegar a casa, por eso llevo mapas que no conocen el camino de vuelta. Pero ella siempre encuentra la vereda que nos regresa.

A veces, cuando mi amor se desboca, la doy besos pequeños, para que su corazón no se ahuyente, para que mis latidos se frenen.

Al llegar a la habitación y cuando cada una de las puertas se cierran, sólo pienso en despertarme para volver a verla.

Tengo zapatos que me hacen llorar

Tengo zapatos que me hacen llorar

me dijiste,

son como dos lágrimas que laceran mi carne

son astillas que me devuelven al suelo.

Sufría

para sentirse más alta

y formar parte de las nubes

que circulan por un cielo azul

antesala del verano.

No sabía que nada podía mejorarla

que llevaba impresa la belleza en la piel

que tenia la perfección de una diosa.

Era la última palabra de cada texto.

Tengo zapatos que me  hacen lloran

me decías,

y seguías pertrechando mis sueños

con la dulzura de tu mirada. 

Llegó como llega la primavera

Llegó como llega la primavera
con las piernas largas
y el vestido de colores

llevaba sus gafas
incrustadas en el alma
sus ojos tenían la mirada del otoño
del color de las hojas que duermen en el suelo

su silencio era suave como el viento
dejaba gotas de sol en las esquinas del día
su voz era el batir de las mariposas
y yo me reconocía  en todos sus lamentos

Llegó como llega la primavera
bella, cautelosa

y a mí me resultaba imposible no quererla
como no amarla si era mi único sueño.

Entre tu dulzura y tu melancolía

Entre tu dulzura y tu melancolía me encuentro.

La melancolía que esconden tus ojos cuando se ven sometidos a la tortura de los anteojos. La dulzura que atraviesa tu voz y que se refleja en tu rostro, en una belleza quieta, suficiente para atrapar la luz de todo el día.

A veces me dices que quieres ser mayor, que deseas que tu ropa crezca contigo, como si de repente surgieras adulta. Yo me asusto, porque  tengo tu edad, la de la mujer que amo,  que ya sabes que eres tú.  

Quiero envejecer contigo, a tu misma pausa.

Quiero levantarme cada día con una emoción entre los dientes, para seguir marchando que tenemos que llegar muy lejos.

Nunca supuse que podría llegar a querer tanto. Te siento tan dentro, como si hubiéramos nacido juntos, como si brotáramos del mismo árbol, como si perteneciéramos a la misma primavera.

Si tú lloras yo me lamento, si tu risa se escapa mi sonrisa aparece, a veces tímida a veces sólo por dentro, para ahuyentar los males.

Me levante, te escribí un verso y  me volví a acostar. Puede parecer raro, pero es mi única obligación, amarte.

Y luego seguir amándote entre tu dulzura y tu melancolía.

Entre móviles estoy vivo

Entre móviles estoy vivo

escucho las palabras de otros

pendientes de un hilo de aire.

He perdido mi consistencia

ya no veo versos escritos en servilletas

sólo whatsapp que se reproducen

a  la velocidad de la luna ,

de noche e inquietos.

Entre móviles estoy vivo

pero me queda poco

algo vibra en mi bolsillo.

Un amor a fuego lento

Mi amor, sabría amarte, como nadie antes supo,

te amaría sin jamases ni condiciones

sin rutinas de corazones blancos

y en cada amanecer

te dejaría un beso en la almohada.

Te amaré con mi amor repleto

hasta las últimas cenizas

con la luz de todas las farolas, para verte siempre

y al anochecer

mesare tus cabellos hasta que te duermas.

Mi amor no hay nadie como tú, ni lo habrá,

tú llenaste todo el cuaderno

vivirás siempre conmigo, en un amor a fuego lento.

El dolor II

Tengo el dolor suficiente

para que mi sangre tiemble.

Me duele no tenerla

no besarla como se besan las lenguas en el parque

no ser su principal sueño

ni su mayor tristeza.

Sufro porque por mucho que la mire

y recoja sus cabellos entre mis dedos

nunca será su piel y mi piel cómplices en el placer.

Sus pechos no formaran parte del tacto de mis dedos

y  nuestros alientos no respiraran el mismo oxígeno.

Para mí quedara su aroma

su mirada reluciente

y un cariño atrapado en su rincón

que no llenara el latir que me aprieta por dentro.

Entonces

me acuerdo,

que tengo que quererla

de la única forma posible,

sin esperar nada a cambio.

Cierro mis ojos

Cierro mis ojos

y toco tu cara

bella

equilibrada en sus formas

dibujada de pecas

que como estrellas

iluminan tu sonrisa.

Cada segundo contigo

es una vida entera

un instante

de plenitud quieta.

Tú posees toda la luz.

Mis pulmones

desechan el aire

donde no te encuentras.

Intento olvidarte

me agota el sufrimiento

pero no puedo.

Mañana mi piel

se quedará seca

si no te tengo a la vista.

Vivo alrededor de tu presencia.

El dolor I

Tú me enseñaste el dolor

como nadie podría hacerlo,

con solemnidad

con cautela

con la belleza impresa de la derrota.

Cada día al despedirnos en el tren

y partir cada uno a nuestro lugar en el mundo,

tú me miras con los ojos abiertos

y me dejas tu dulzura para el camino

para que el sufrimiento por tu ausencia

se disuelva.