luis perronegro

luis perronegro

jueves, 31 de diciembre de 2015

Con el año nuevo, nuevos tirachinas.

Acabamos el año 
como lo empezamos
con viento entre los dientes
con las palabras fumigando las calles
con las escarchas en los ojos, y en los labios sueños,
acabamos el año
con el amor repleto
con algunas esquinas rotas y otras construyendo
con los espejos con canas, pero más anchos
con la belleza entre los dedos,
acabamos el año
devorando la luna
comiéndonos a cucharadas el deseo
con el mundo desgranándose en trocitos pequeños
mientras la revolución  duerme en un cielo sin techo,
acabamos el año
y con el año nuevo, nuevos tirachinas.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Asamblea de silencios.















Asamblea de silencios
en una mañana de niebla,
tenían tantas cosas que gritar
que se callaban para que no las hurtara el viento.
Preferían que el día se comiera sus colores
mientras esperaban a que llegara el tiempo
mientras que se agarraban a sus sombreros
para que no huyeran los sueños.

Abrazos en las esquinas del cielo.

Abrazos en las esquinas del cielo
pieles empapadas en agua
música en los labios, versos en la lengua
cabellos que se enredan en los dedos
manos que se llenan de pan y deseo.

Ese es el amor que tenemos
trozos de sur y brazos de viento.

sábado, 26 de diciembre de 2015

La Navidad llega como siempre

La Navidad llega como siempre
con el paraguas abierto
y llueve sal
y llueve pan
y llueve vino con especias
y nada cambia
los escaparates te abrazan
las luces se comen los deseos
las lágrimas siguen vaciando los mares
y tú vuelves a cerrar los ojos
construyéndote los sueños.

Sueños de un funambulista

Sueños de un funambulista:
que las líneas frágiles del aire
que le separan del suelo
sean autopistas de cielo.

El mapa de tu cuerpo.

Tengo el mapa de tu cuerpo
en la punta de mi lengua,
el sabor redondo de tus pechos,
el oleaje salvaje de tu sexo,
las amapolas que florecen en tu vientre
cuando mis besos se hacen agua.

Y cuando la luna
se refleja en los mares del cielo,
nuestros cuerpos explotan en cristales,
que dejan abiertas las venas del deseo
hasta que las almohadas nos atrapan
en sutiles sueños de guerrero.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Amor entre los andenes.

Nos amábamos a través de los andenes,
a la distancia justa de tres cercanías,
con los dedos susurrando a las teclas del móvil
y los labios plagados de adioses cerrados.
Y sabíamos que aunque la multitud
se comiera el sabor de nuestros besos,
nuestra piel llevaba intacta
el aroma de nuestras carnes recién abiertas.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Monotonía de sombras frente al espejo.

Esta noche esta tatuada en mi vientre.
El aroma de tus senos no se agota en la palma de mi mano
fluye como lágrimas devoradas por la niebla.
Siento como mi piel vuela y se arroja hacia tu espina dorsal.
Mi deseo y el tuyo son cadenas de aire, cuesta romperlas.
No puedo respirar, hago acopio de aire y me vuelvo a fundir en tu cuerpo.
El sudor nos baña, nos acicala y nos reconforta . Sabe a nosotros mismos.
Nos perdemos en el kilometraje de nuestras morfologías,
en los escondrijos del deseo.
Nos hemos amado hasta el tuétano,
como si nuestra apatía se hubiera disipado con la luna llena
y la carretera poblada de estrellas.
Y al amanecer vendrán las pausas,
monotonía de sombras frente al espejo.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Nos gustaba vernos los sueños

Hacíamos el amor
sobre la estantería del aire,
en un pasillo tan fino
que apenas nos cabía el deseo.
Y cuando la nieve
quemaba nuestros cuerpos
quedándonos vacíos
como gaviotas sin viento,
nos abrazábamos tan fuerte
para vernos los sueños.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Una lluvia fina de lenguas.

Una lluvia fina de lenguas
entre labios amarillos,
sed, desierto,
olas cabalgando entre dos mares.
Alguien escribe en la pared
que el deseo es un plato roto
que se derrite al amanecer,
y las canas de la mañana aplauden.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Se me cruzo un pensamiento

Se me cruzo un pensamiento
y tuve que llenarme los pulmones de luz,
abrir los labios de par en par
esperando a que caiga algo,
como quien espera que llueva
con los paraguas puestos.

domingo, 13 de diciembre de 2015

viernes, 11 de diciembre de 2015

En la profundidad del mar amarillo.

Amanecía
en la profundidad del mar amarillo.
Me despertaba en la arena blanca
con la tempestad del roció
besándome los surcos del rostro.
Había oasis en la esquina de mis ojos,
beduinos que navegaban en barcos de papel
y una noche ciega, que no quería llegar,
mientras la nieve cubría los techos de cristal
Amanecía
en la profundidad del mar amarillo,
y yo no sabía,
si bajo mis pies crecía agua o desierto.
El largo camino aún no había terminado.

lunes, 7 de diciembre de 2015

domingo, 6 de diciembre de 2015

La luna se vierte en los ojos de mi pequeña.

La luna abre su camisón
para que la noche blanca le posea
y su piel es luz de candela
y sus labios son verbena.
Y yo quiero que la oscuridad se detenga,
para beberme sus pechos
hasta que la luz nos devuelva,
a las rutina de los días, sus cuadernos y cautelas.
La luna se vierte en los ojos de mi pequeña.

viernes, 4 de diciembre de 2015

En la ciudad.

En la ciudad
hay sonrisas de escarchas,
museos de huellas,
filas de sombras que transitan
por el silencio oscuro de mi frente.
Hay tejados de fresas
y columnas de chocolate
que vomitan los carros
que se llenan de lentejuelas las fiestas.
En la ciudad,
también,
habitan sus ojos
y las calles se callan
las aceras dejan de latir
y nuestros labios se duermen
en las almohadas frescas del asfalto.


jueves, 3 de diciembre de 2015

La verdad siempre es bella.

La verdad era bella
mi piel era árida
y mis dedos metralla.
De mi boca manaban
piedras
y en mis ojos
certezas.
La verdad era bella
y revolucionaria
por eso tenía las venas abiertas
para que el dolor saliera.
La verdad siempre es bella
como una ola recién levantada
como el sol cuando sabe a sal.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Domingos se sofá viendo crecer la hierba.

Domingos de sofá viendo crecer la hierba
mientras a las aceras le salen cabellos
y a los tejados nidos de escarcha.
Me llenare las carnes hasta los huesos
en mis labios dejare que crezcan candados huecos,
hasta que el lunes nos despeine,
con amaneceres, rutinas y besos.

Un poema inédito.

En la orilla de la plaza larga
a la espalda de la montaña blanca
junto al rumor de una fuente quieta
se encuentra la taberna de los besos dormidos.
Allí, mientras los camareros
juegan al sur entre la barra
y los clientes se beben trocitos de cielo
los besos se duermen entre sueños.
En la orilla de la plaza larga
tú y yo nos dejamos los versos pegados a la lengua
como quien se deja trozos de noche entre los dientes,
con la certeza de un poema inédito. 

sábado, 28 de noviembre de 2015

Encontramos las alas.

Mientras nos comíamos la luna
y nos acariciamos los espejos
la noche se hace rubia,
el día ya no es un sueño eterno
sino el rayo que quiebra la ventana
y anticipa el descanso de las almohadas.
Mientras nuestros labios reposan
y nuestras bocas vuelven a casa
repasamos los momentos
en los que el tiempo se hizo silencio
y el latido se le paro al planeta.

Y entonces entendemos porque volamos juntos,
porque encontramos las alas.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Cuando veas el mar.

Cuando veas el mar, mi niña,
recuerda, que yo estaré entre sus aguas,
recuerda, que tú y yo somos la misma ola
el mismo fragmento de gota silenciosa,
la misma lágrima que desemboca en la orilla.

Por eso nuestro amor nunca se desvanece,
porque viajamos a lomos de una ballena
porque nuestras almas amamantan
los mismos cantos de sirena

Y cuando la brisa se deposite sobre tu rostro,
recuerda que son mis besos
que ya partieron de otro puerto
para acabar amarrando en tu lengua.

Y como el viajero que nunca quiere dormir
para no separarse de sus sueños,
me duermo con la luna casi entera,
con la fuente quieta del patio muerto,
con el reflejo blanco de tu recuerdo,
allá por las tierras donde el sur
sujeta a las montañas nevadas.

domingo, 22 de noviembre de 2015

El 25 de Noviembre.

Y el 25 de noviembre
en la plazuela de espaldas blancas
nos bebíamos los sueños
en vasos anchos de cerveza.
Una niña de cabellos indomables
con la rebeldía atravesando su nariz
me susurraba trozos de sur
mientras las naranjas se despedían del viento.

El 25 de noviembre
cuando los adoquines se llenaban de sombras
y las nubes extienden su paraguas de noche,
una niña de ojos verdes
con el perfume de amapola en su vientre
me gritaba te quieros tan altos
que arrebataban el aliento a las campanas del aire.
No se atrevían a romper el silencio de sus labios
ni a beberse las lágrimas desnudas de su cuerpo.

Y la oscuridad llegó
y luego vino el día
con los cuerpos atrapados
por las almohadas sin sueño,
con las antorchas de los ojos
dispuestas a encender el fuego.
Mientras nos comíamos la luz
como nos comíamos las pieles
a fuego lento.

domingo, 15 de noviembre de 2015

De su sangre quiero estar hecho.

De su sangre quiero estar hecho
de su piel quiero formar parte
ser el cuchillo que arranque las flores de su sexo.
De su boca quiero manar
ser la amapola salvaje que crece en su lengua
los besos que acaban explotando en su pantalón.
De sus sueños quiero formar parte
vivir la vida entre sus ojos
desnudarme entre sus cabellos
y despertarme en el mismo amanecer.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Promesas.

Mis ojos nunca se acuestan
son linternas de trapo,
la noche siempre me acecha
de mi boca nacen estrellas
y en mis labios
se pierde el agua de los océanos.

Los bares mutilan las notas
las aceras son espejos de sombras
y yo
prometo no volver a hacerme daño.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Mi cuerpo era nieve.

Mi cuerpo era nieve
su sexo era sol,
nuestros abrazos
estrellas sin noche
y nuestras pieles
olas perdidas en la mar
que acabaran dormidas en la playa.

En la esquina de tus labios.

Te miraba
intensamente,
intentando encontrar
el lugar donde duermen los sueños
y allí estaban,
en la esquina de tus labios.

sábado, 7 de noviembre de 2015

El amor es como la lluvia de otoño.

El amor es como la lluvia de otoño

siempre cala,
por eso mientras llegan tus besos,
los segundos son agua que alimenta la tierra
y las manecillas del reloj paraguas
que se cierran cuando tu saliva
se anida sobre mi lengua
y escampa.

Rompiendo las olas.

Rompiendo las olas
con el cuaderno lleno de palabras en blanco
con la voz a punto de pronunciarse
con la boca llena de balas.
Rompiendo las olas
mientras el corazón se levanta del asfalto
mientras el sudor ama a la piel
mientras que llega tu beso de buenas noches.
Rompiendo las olas
comiéndome trozos de mar
con mis sueños plenos de sur
y mis pies descalzos de agua.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Llueven piedras.

Llueven piedras
y los barcos de papel
flotan por los ríos que manan del asfalto.
Las niñas tienen las faldas rotas
por el agua que quebranta las calles
y en las esquinas del otoño
se ahogan las lágrimas.
En las farolas caen mares amarillos
que van a desembocar
a una tierra muerta de sed y aire.
Y yo vuelvo a ser el niño,
con la nariz pegada a los cristales
mientras el cielo llora a moco tendido.

Llueve y lloran los cristales.

En un día de lluvia intensa
de esos que perforan los cristales,
lo mejor que puedes hacer es abrir los armarios
sacar  las máscara de porcelana
y  pegar tus labios frente al vidrio frío
esperando a que escampe,
como el que espera a que el mundo se pare;
entre anhelos y miedos.



domingo, 1 de noviembre de 2015

Recuerdos en el bolsillo.

En mi bolsillo
Trocitos de luna a punto de engordar
Besos llenos de mariposas
Cristales de amor de los que no sangran las lenguas
Y cuando la noche acecha
Su piel de melocotón deshaciéndose en mis labios.

Vivir y morir. Simples cambios de escenario.











Murió donde nacen las flores.
Eso ponía en su lapida, aquí  yace un pastor de ausencias.
Quería descansar a lado del escaso bosque que había mudado sus espinas, bajo el manto cercano de un mar austero de sol y playa.

Vivió donde nace el viento.
Eso ponía al entrar en su casa, aquí pace un vendedor de cuentos.
Nunca supo donde estaban los limites o los sueños, eso le hizo poderoso ante el silencio.
Entre sus recuerdos: cristales de amor, el pincel de la montaña al atardecer y los pliegues del aire sobre su rostro.


Vivir y morir. Simples cambios de escenarios.

sábado, 31 de octubre de 2015

Salpicándonos las lágrimas.

Habíamos vivido todas las vidas que caben en un pañuelo,
habíamos dejado trozos de amor en las esquinas
y destrozado pasaportes hacia ningún lado.

Y aun así, queríamos seguir salpicándonos las lágrimas. 

En el amanecer de las almohadas insomnes.

La marea me dejo frente a sus huellas ,
sumando espuma a sus ojos.

Contemplo su cuerpo
como el poeta ante un nuevo verso: absorto y emocionado.

Es allí donde la encuentro
justo en la línea que delimita los sueños,
en el amanecer de las almohadas insomnes.

Entre la arena
trazo las hendiduras de su rostro
con la esperanza de que no las secuestre el viento.

Quiero que cada segundo acabe en su cuerpo,
quiero que nuestras pieles sepan al agua
de las flores que secuestran primaveras.

viernes, 30 de octubre de 2015

Cada mañana un beso se muere.

La ciudad se suicida cada mañana
cuando las calles escupen coches
las almohadas esconden los sueños mojados
y tus ojos se escapan por las persianas.
Cada mañana un beso se muere
y nacen abrazos de plata.

Y de mi sexo nació la noche.

Y de mi sexo nació  la noche
y del suyo surgieron las estrellas
y en nuestro cielo construimos las promesas.

Algunos días nos bajábamos al suelo,
arremetíamos nuestro placer
a lomos de una silla, entre cuatro baldosas ciegas,
entre paraísos con las persianas bajadas.

Era en aquellos momentos,
donde nos proponíamos amor eterno,
mientras los segundos nos comían la carne
y nuestro horizonte se quedaba quieto.

domingo, 25 de octubre de 2015

Domingo desde las tres.

Domingo desde las tres,
sin sol para peinarte,
con tanta noche
que hasta la luna tiene pereza
de su amanecer.
Que al menos quede el recuerdo
de nuestros cabellos azules,
mientras nos presentamos
al espejo de los domingos.

Todo era perfecto mientras tanto.

Perseguíamos las estrellas
hasta salirnos del cielo,
por eso teníamos que abrazarnos tanto
para seguir volando.

Todo era perfecto mientras tanto.