luis perronegro

luis perronegro

domingo, 26 de abril de 2015

Hay días en que los besos saben a mar.

Hay te quieros tan redondos
que se parecen al silencio de la noche,
duermen
Hay te quieros tan grandes
que son trozos de piel arrebatados a los labios,
duelen.
Hay días en que los besos saben a mar
y los abrazos nos llevan al sur
entre te quieros que trepan por las estanterías.


sábado, 25 de abril de 2015

Aullido y fuego

Recorría sus formas con mi lengua,
pintaba esculturas de saliva
en las curvas de su cuerpo,
borraba sus pechos,
adivinaba el final de sus muslos
entre pausas, casi en silencio,
luego viajaba hacia abajo,
me paraba en sus pies de danzarina
y besaba su huella
devoraba su mismo suelo.
Volvía de nuevo
al aroma de su sexo
y dejaba que mi lengua
fuera aullido y fuego.

viernes, 24 de abril de 2015

martes, 21 de abril de 2015

Nuestro tiempo nunca tuvo reloj.

Vivíamos en la misma luna
junto a los mismos pasos detenidos,
teníamos tenedores de madera
para masticar lentamente las palabras.

Vestíamos la misma piel serena y aceitosa,
nuestro invierno era de un blanco perdido,
la primavera  tenía todas las esquinas enteras
y nos alimentábamos sólo con los besos,
que se rompían en nuestras lenguas.

Nuestro tiempo nunca tuvo reloj
sólo sol y viento.

Vivíamos en la misma luna
y nunca pisábamos el suelo.
Flotábamos
como mariposas sin aliento


lunes, 20 de abril de 2015

Su vientre.

Amaba el dulce frescor de sus pechos
el manantial intenso que fluía de sus senos,
me gustaba dejar mis flores en su vientre
y que mi lengua fuera la cuchara que rebanaba
los múltiples sabores de su piel.

Quería ser el barro que se derrite en sus labios
y modelar con mis besos su cuerpo infinito.

Acabamos como las olas que fueron un momento marejada
abrazados a la arena y con el sol fundiéndonos los cabellos.

sábado, 18 de abril de 2015

Una luna bruta.

Una luna bruta
sin apenas uñas y caries
sonríe a los amantes.
Una luna furtiva
arropada por las sábanas
de los turistas
que vinieron a amarse.
Una luna
que roba a las montañas
cachitos de sol
y deja a las estrellas sin cielo.
Una luna
que se duerme en los labios
de los últimos amantes.



Miniatura 28

Vivíamos los mismos sueños,
por eso dormíamos con las manos unidas
para que no se los llevaran las olas. 

viernes, 17 de abril de 2015

Me agota el sonido de los escaparates.

No puedo entrar en la tienda la dije.
Si pudiera lo haría. Por nada me perdería ese fluir incesante de personas, que arremeten contra la crepitud del escaparate, para hacerse dueños del último suéter que puebla el estante. Esa pasión que apenas durará los próximos cinco minutos, ese arrebatador desenfreno.

Nada me gustaría más, pero las tiendas me generan angustia, mi corazón padece de pánico cuando me encuentro entre gente que grita ante perchas abandonadas.

No te preocupes mi amor la expuse, consume por mí, consume hasta morir, hasta que el oxigeno se escabulla y el dependiente fallezca entre pilas de pantalones. Conságrate al santo oficio de vivir comprando.

Ella me miro, con esa mirada, que me decía que no supo qué encontró en mí.

Y yo  me abalance hasta la puerta,  tecleando el teléfono, diciéndola que ahí fuera, al otro lado del escaparate, estaría esperándola  todo el tiempo.

Volvíamos a cosernos los labios.

Mi niña y yo
teníamos verbos para silenciar todas las palabras,
teníamos  mermelada en la punta de la lengua,
y nuestra pieles sabían a mar, a día recién despierto.

Mi niña y yo viajábamos al sur,
allí nos quedábamos hasta que las nubes se dormían,
y al atardecer
mientras la arena se escurría entre nuestros dedos
volvíamos a cosernos los labios.

martes, 14 de abril de 2015

El colibrí se cansa de mover sus alas

El colibrí se cansa de mover sus alas,
no llega muy lejos.
Prefiere zambullirse
en las corrientes cálidas del verano,
esperando que el viento
le cambie el escenario 

Todos los minutos son tu cuerpo desnudo.

Todos los minutos son tu cuerpo desnudo.
Todas las promesas habitan en tu piel abierta ,
en tus cabellos cuando se despiden de la almohada,
en tus pechos altos con sabor a melocotón,
en tu sexo dulce , húmedo y a veces arrepentido

Todas las tristezas se las bebían nuestros abrazos,
se desvanecían en la recta luminosa de tu espalda,
en la quietud de tus muslos prietos
con nuestras lenguas abrazadas.

Todas las luces viven en la esquina de tus labios,
por eso cuando se duermen tus besos. El día se apaga.


lunes, 13 de abril de 2015

Buen viaje maestro Galeano

Ella estaba en el horizonte.
Me acerco dos pasos,
ella se aleja dos pasos.

Camino dos pasos y
el horizonte se corre
diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine,
nunca la alcanzaré.
¿Para que sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar.

( Utopía- Eduardo Galeano)

Teníamos corazones mudos entre los labios

Teníamos corazones mudos entre los labios
y palabras que eran grietas de aire.
Nos decíamos te quieros silenciosos
y nadie sabía que teníamos flores entre los dientes,
nadie escuchaba nuestro viento.
Por eso nuestro amor era tan grande
porque nunca salía de la coraza del alma
para abandonarse al tiempo.

domingo, 12 de abril de 2015

Cautelas

Tuve la cautela
de quitarme los ojos
antes de irme a la cama.
Ahora mis sueños están mudos.

jueves, 9 de abril de 2015

Soy el que todas las mañanas lleva versos en los labios

Soy el que todas las mañanas lleva versos en los labios
soy el idiota del corazón clavado en la pared
soy el que construye la luz a través de sus párpados
soy virgen en esto
soy casi un folio en blanco,
sólo quiero cerrar los candados de su abrazo
sólo quiero romper todos los cristales
sólo quiero amanecer junto a sus pechos
y dormir sus sueños, a lado de sus cabellos.


El amor se baja en la siguiente parada.

Aquella mañana, en el metro, una mujer de ojos claros proclama su desamor en alto, a través de la incontinencia de su móvil.
Los viajeros somnolientos, mecidos por el traqueteo del vagón, se preguntan, si ya ni siquiera queda silencio para cuando el amor se para y el espacio entre dos se vuelve inmenso.
La mujer de ojos claros suspira. Coge aire y vuelve a lanzar su colección de improperios por la delgada ranura de su smartphone.
Entonces, el metro se detiene, abre sus puertas y la expulsa de  las profundidades del vagón.
No quiere que los viajeros se contagien y depositen sus corazones abatidos en las vías del tren.

domingo, 5 de abril de 2015

La noche de las equivocaciones.

Cuenta la historia, que los bereberes al llegar el final del año, dedican un segundo a narrar todas las equivocaciones que les otorgaron los dioses.

Dicen que escriben sus equivocaciones en pergaminos de viento, y que cuando sopla el aire, se elevan hasta el cielo estrellado , y es allí en el techo de las dunas de Merzouga donde se quedan clavadas entre las nubes.
Y piensan los bereberes que sus desatinos se extravían en el firmamento, más allá del cielo que tapa el desierto, más allá del último oasis que amamanta sus deseos.

Lo que no saben es que sus equívocos taponan las nubes y que por eso en su desierto llueve poco. Sólo caen unas pequeñas lágrimas que apenas empapan la arena.

Y se duermen soñando con la lluvia, sin saber que sus errores ciegan los pozos de agua.

Me conformo con robarte una palabra.

Quisiera que tu pasión y la mía fuera eterna,
fuera una arcilla que pudiéramos moldear.
Quisiera ser tu trozo de mar , tu orilla
la última ola de la que se despiden tus pies.
Quisiera ser tu oasis, el pañuelo de la despedida
la lágrima que besa tu rostro.
Pero me conformo, simplemente, con estar frente a tus ojos
y tus ojos frente a los míos,
con algún abrazo robado y un roce de piel clandestino.
Me conformo con robarte una palabra.