Una lluvia fina de lenguas,
nuestros cuerpos cabalgando
entre olas y brisas de cabellos,
y el río se hace mar
y el deseo se ensancha
hasta dejar los corazones quietos,
en un desierto de besos amarillos.
Luego el deseo se duerme
en el sueño de las almohadas blancas,
mientras amanecemos
devorándonos el amor.
Un Bello amanecer sin lugar a dudas...
ResponderEliminarAsí Hasta el sol siente Celos.
Mil besitos
Entre olas espumosas se encharca de placer la vida.
ResponderEliminarPreciosos versos que descubro de la mano de Aurortris.
Un beso.
gracias amigas y en el amanecer llegaron los sueños de agua
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