La luz
vence las tinieblas,
la noche
se esconde en las almohadas
y amanecen
los campos
con sus
cuerpos llenos de escarcha
con su
piel de aceituna y agua
junto a
la humedad de las lágrimas secas.
La luz se
come la oscuridad
mientras los
fantasmas de la noche
esconden sus
puñales de oro,
las mariposas
blancas
recorren las
calles del pueblo dormido
abriendo todas
las ventanas del alba.
Ha llegado
la mañana
y se
despierta el corazón del poeta.
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